El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a Ángelo Farcot del Campo Gómez a la pena de 10 años y un día de presidio efectivo, más las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, en calidad de autor del delito consumado de incendio en inmueble habitado. Ilícito perpetrado en febrero de 2022, en la comuna de San Vicente de Tagua Tagua.
En fallo unánime (causa rol 251-2024), el tribunal –integrado por los magistrados Raúl Baldomino Díaz (presidente), Fadua Salas Eljatib y Gloria Calvo Godoy (redactora)– dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que pasadas las 14 horas del 6 de febrero de 2022, (…) Ángelo Farcot del Campo Gómez, quien se había retirado del domicilio común que compartía en un segundo piso con otras personas chilenas y haitianas tras amenazarlos de muerte y quemarlos, regresó hasta dicho sitio ubicado en (…), comuna de San Vicente, lugar donde también existen locales comerciales en el primer piso, y comenzó a rociar y derramar combustible que mantenía en un bidón en las escaleras de la propiedad conducentes a las habitaciones, para luego prenderle fuego, comenzando a incendiarse la propiedad, para luego huir en dirección desconocida, en el mismo vehículo en que llegó hasta dicho lugar”.
“Algunos de los afectados lograron huir y pedir auxilio a bomberos quienes lograron controlar el incendio. A consecuencia de la acción del fuego resultaron con daños diversas especies, mientras que otros residentes extranjeros (…), y un menor de edad resultaron con lesiones leves debido a que saltaron desde el segundo piso de la propiedad para evitar la acción del fuego”, establece el fallo.
El tribunal agrega que: “(…) la participación del acusado Del Campo Gómez en el delito que fue comprobado resultó del mismo modo acreditada de conformidad con el mérito de la prueba testimonial que dio cuenta del conflicto previo que este tuvo con algunos de sus compañeros de residencia, la amenaza que enarboló antes de salir del domicilio, las cámaras de seguridad emplazadas en las calles aledañas que lo ubican en las cercanías de pasaje (…) portando un bidón en sus manos y dirigirse hasta el lugar y sus propios dichos, al reconocer que lo hizo, que amenazó a estas personas con que los iba a quemar, además de admitir que fue a comprar bencina y la esparció en los primeros peldaños de la escalera, tras lo cual prendió un encendedor y encendió el líquido, resultando lamentablemente afectado en su cuerpo por acción de las llamas que tomaron su ropa con las consecuencias que se conocieron durante el juicio”.