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Sat, May

La compleja construcción del túnel el Árbol (primera parte)

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Una de las actividades en el día del Patrimonio Cultural que provoco mayor repercusión en la región fue la caminata hacia el Túnel El Árbol, evidenciando la importancia que aún posee esta obra de ingeniería para la memoria colectiva de la comunidad. Lo anterior despierta el interés por recordar parte de su historia.

La mayor dificultad del proyecto del tren entre Alcones y Pichilemu fue superar  la Cordillera de la Costa. Para esta labor se construyeron túneles, el más largo el del Árbol con una dimensión de 1.950 metros de longitud,  su construcción iniciada en diciembre de 1900 concluyó a fines de 1906, luego del terremoto que afectó al centro del país.   Esta edificación es uno de los logros más significativos de la época, a causa de su gran extensión. En tal labor,  se utilizaron dos cuadrillas de trabajadores una por cada lado del túnel, terminado su trabajo en el centro de la excavación, sólo diferenciados por un tramo de  tiempo.

La construcción del túnel no estuvo exenta de accidentes, en los cuales,  murieron  obreros sepultados bajo las líneas que se instalaban. La causa principal fue el derrumbe de material en la obra, así recuerda el diario La Autonomía de San Fernando el 12 febrero de 1905 “El inspector general de los trabajos de la línea en construcción de Alcones a Pichilemu, don Demetrio Saavedra, fue aplastado en uno de los días de esta semana, por un derrumbe del cerro i sepultado bajo una verdadera avalancha de enormes piedras quebradas, dos heridas en las ingles, una herida en la canilla i dos en la cabeza. El señor Saavedra fue traído en un tren especial a esta ciudad i llevado enseguida a Rengo a su domicilio.”

La falta de medidas de seguridad, más la negligencia de los operarios hizo de  los accidentes en el túnel el Árbol, una constante. Un derrumbe en la construcción de la vía,  afectó al obrero Andrés Flores, quien fue sepultado por escombros en el túnel el Árbol. Los compañeros logran rescatarlo casi asfixiado y con el muslo de la pierna izquierda fracturada y lleno de contusiones (20 octubre 1904) El manejo de explosivos, también fue una causa de infortunios, como ocurre en la perforación del túnel, al obrero italiano Luis Campos.  “Se habían cargado dos tiros de dinamita; el primero hizo explosión sin contratiempo alguno, mas no así el segundo. Después de algunos instantes, impaciente Campos por el retardo, creyó que por defecto de la carga no se habría producido la detonación i se aventuró a entrar al túnel. Provisto de un pesado martillo golpeo la carga del tiro para afianzarla.  La explosión se produjo i Campos quedo en estado espantoso, saltando el ojo izquierdo, quemado el cráneo, cubierto con contusiones el cuerpo i el rostro horriblemente machucado. “(Diario La Autonomía 26 mayo 1905)

Estos casos llevaron a los contratistas e ingenieros a tomar medidas para evitar los derrumbes en la obra. Se decidió hacer una prolongación artificial de la boca de entrada al túnel, construyendo una bodega de albañilería de piedra, de un total de 25 metros de largo. De esta manera se lograba mantener la seguridad en los trabajos que se realizaron a diario.

La construcción del túnel, presenció actos de violencia a manos de los propios trabajadores, quienes muchas veces terminaron sus pleitos en golpes o en la propia muerte. Tal es el caso de la riña entre Jerónimo Nuñez y Pedro Valenzuela, “el primero le vacío los intestinos al segundo de una horrible i certera puñalada.” Este ataque le ocasionó la muerte inmediata a Valenzuela, por lo que Ñuñez fue capturado por la policía de la empresa.  Otro de los casos testificados, corresponde al encuentro del cuerpo de José Brito, a quien se le había “disparado a quemarropa, que le atravesó el pulmón izquierdo.” Por estos motivos, la seguridad de la obra tuvo que ser reforzada en innumerables oportunidades, consiguiendo lentamente disminuir las agresiones.”

Víctor León Donoso