Pese a los llamados para crear conciencia sobre el complejo momento que vive el país y nuestra región producto de la pandemia, las fiestas clandestinas no paran y las personas sin importar la edad siguen reuniéndose infringiendo con ello, el artículo 318 y de paso exponiéndose a nuevos contagios.
Una de ellas tuvo lugar el fin de semana en la ciudad de Rancagua, donde carabineros sorprendió a 31 menores de edad participando de una fiesta clandestina en la villa Galilea de la capital regional.
Al ingresar al domicilio, carabineros se percató de la presencia de 31 menores de edad entre 14 y 17 años, 10 hombres y 21 mujeres, quienes estaban consumiendo bebidas alcohólicas y escuchando música en alto volumen, por lo que fueron detenidos y trasladados al cuartel policial, donde posteriormente, el fiscal de turno dispuso que los menores quedaran en libertad, apercibidos al artículo 26 del código penal a la espera de ser citados por el Ministerio Público local.
Se informó además que producto del accionar de los adolescentes quedaba en evidencia la vulneración de derechos pues todos los participantes eran menores de edad y no había un adulto responsable en el lugar de la fiesta.

En Pichilemu fueron detenidas otras 33 personas
El organizador pasó a control de detención y el resto quedó apercibido.
Cerca de las dos de la madrugada del sábado otra fiesta de similares características a la de Rancagua quedó al descubierto en el balneario de Pichilemu, luego que carabineros recibiera una denuncia que en la villa Chacorra, un grupo de personas se encontraban festejando de manera clandestina.
Con esos antecedentes y previa coordinación con la Fiscalía local de Pichilemu se hizo ingreso al domicilio, donde según informó el Capitán Patricio Moya, Subcomisario de los Servicios de la Tercera Comisaria, "En el lugar encontramos a 33 personas adultas 21 hombres y 12 mujeres, todos mayores de edad y sin antecedentes penales, por lo cual procedimos a su detención".
El dueño de casa de 27 años fue detenido y trasladado al cuartel policial a la espera de ser formalizado, mientras que los demás participantes quedaron apercibidos por el artículo 26, por incumplir las medidas sanitarias y el toque de queda.
En el lugar además se encontraron latas de cervezas y botellas de licor de diferentes variedades, algunas estaban cerradas y otras con resto en su interior, además de un equipo de amplificación.