A un costado de la ribera del río Tinguiririca, a la altura de la localidad de Lo Moscoso, comuna de Placilla y envuelto en una frazada, fue encontrado la tarde del martes, el cadáver del joven farmacéutico de 21 años de edad, Francisco Albornoz, quien estaba desaparecido hacía 11 días luego de salir de su departamento en la región Metropolitana.
Ese día el joven supuestamente se iba a juntar con un amigo en el sector de Plaza Egaña en Ñuñoa. La última conexión de GPS habría sido precisamente en el límite de esa comuna, con La Reina.
La Fiscalía de Ñuñoa asumió la investigación para dar con el paradero de Francisco Albornoz. Desde ese momento, el Ministerio Público junto a la Brigada de Búsqueda de Personas de la PDI estuvieron desarrollando diversas diligencias para dar con la ubicación del joven mediante revisión de cámaras, toma de declaraciones, inspección de construcciones aledañas, pericia de dispositivos, entre otras.
Sin embargo, la tarde del martes, un sujeto se acercó junto a su abogado a la Fiscalía de Ñuñoa, para aportar antecedentes respecto de la desaparición del joven. La declaración fue tomada por la fiscal Rossana Folli, quien está a cargo de la indagatoria, la que de inmediato instruyó a la BRIUP dirigirse a la zona rural de Placilla, para corroborar la información entregada por el imputado.
El cadáver se encontraba envuelto en una frazada en avanzado estado de putrefacción, con una data de muerte estimada en 10 días aproximadamente.
Los restos fueron trasladados la noche del martes al Servicio Médico Legal de San Fernando para la autopsia de rigor en la que se establecerá la causa del deceso y la identidad de manera científica, pese que ayer los familiares estuvieron presentes en el SML de esta ciudad.
El único imputado en la desaparición y muerte del farmacéutico quedó detenido el mismo día martes y ayer en la tarde iba a ser controlado y formalizado en el Tribunal de Garantía de Ñuñoa.